Evitar la sobrecarga sensorial en las oficinas diáfanas

¿Qué es lo primero en lo que piensa cuando alguien dice oficina de planta abierta?

¿Se imagina grupos de personas trabajando en sus ordenadores en un ambiente tranquilo y relajado? ¿O se imagina un caos total: los teléfonos de la oficina sonando, gente hablando en voz alta por toda la oficina y el ruido ensordecedor de los teclados?

Incluso las oficinas abiertas más organizadas pueden ser un poco ruidosas a veces. Esto puede provocar una sobrecarga sensorial, una sensación desagradable y abrumadora que dificulta o incluso imposibilita la vida laboral. 

Pero, ¿qué es exactamente la sobrecarga sensorial y cómo evitarla en el trabajo?

¿Qué es la sobrecarga sensorial?

Sobrecarga sensorial significa recibir tanta información a través de uno o varios de los cinco sentidos que el cerebro no puede procesarla toda. Esto puede provocar una respuesta física o psicológica de leve a grave.

Sensaciones de sobrecarga sensorial

Imagina que estás sentado en medio de una oficina abarrotada de gente. Puedes oír a alguien hablando en voz alta con un cliente por teléfono mientras otros dos compañeros charlan sobre la tele de anoche. Tu cerebro también se ve asaltado por lo que hay en tu pantalla y por las luces parpadeantes del techo. 

El uniforme te roza como un loco y el microondas desprende olor a pollo tikka masala. Finalmente, alguien te hace una pregunta crucial sobre tu trabajo y sientes que la cabeza te va a estallar.

Si alguna vez has experimentado esto, o algo parecido, sabes lo que es la sobrecarga sensorial. En algunos casos, puede provocar reacciones como:

  • Irritabilidad
  • Sensación de tensión
  • Miedo y ansiedad
  • Aumento de la sensibilidad al tacto
  • Dificultad para concentrarse

Aunque cualquiera puede experimentar una sobrecarga sensorial, las personas con determinadas afecciones pueden padecerla con más frecuencia.

Sobrecarga sensorial y neurodivergencia

El lugar de trabajo británico es el más diverso que ha existido nunca. Esta variedad se manifiesta de varias maneras, entre ellas la aceptación de las habilidades y talentos de las personas neurodivergentes. 

Según un estudio publicado en The Lancet en junio de 2023, en la actualidad, el 0,82% de la población del Reino Unido ha sido diagnosticada de autismo, y otro 2,12% podría estar sin diagnosticar. Neurodiversidad también incluye el TDAH, el déficit de atención y la dislexia.

Aunque cualquier persona puede experimentar sobrecarga sensorial, ésta se asocia especialmente a individuos neurodivergentes y a personas con ansiedad, TEPT y fibromialgia. 

Responsabilidades del empresario

Según la legislación británica, los empresarios tienen la obligación de cuidar de sus empleados. Esto incluye ajustes razonables para acomodar a los trabajadores discapacitados o con problemas de salud física o mental.

Estos ajustes podrían incluir:

  • Cambios en los procesos de contratación
  • Cambios físicos en el lugar de trabajo
  • Cambios en los equipos
  • Opciones de trabajo flexible o a tiempo parcial

El gobierno ofrece orientación a través de su oficina local de JobCentre Plus. Además, hable con sus empleados sobre lo que necesitan. En algunos casos, pequeños ajustes pueden tener un enorme impacto en el bienestar mental. 

Cómo evitar la sobrecarga sensorial en el trabajo

En una oficina diáfana y ajetreada, la sobrecarga sensorial tiene tres desencadenantes principales: la sobrecarga auditiva, visual y táctil. La buena noticia es que hay estrategias que los jefes y los empleados pueden poner en práctica para ayudar a mantenerla en niveles manejables.

Sobrecarga acústica

Los ruidos fuertes pueden desencadenar ansiedad o una respuesta de sobresalto en algunas personas, pero en otras, los ruidos de baja frecuencia son los peores. El zumbido del ventilador de un ordenador, el zumbido de los fluorescentes o el murmullo constante de un compañero de trabajo pueden distraernos. 

Curiosamente, un estudio de la Universidad de Cornell descubrió que ruido de bajo nivel en oficinas diáfanas experimentaban más estrés y estaban menos motivados que los que trabajan en entornos silenciosos. En este estudio, los trabajadores ni siquiera eran conscientes del estrés, pero para las personas con sobrecarga sensorial, puede hacer insoportable acudir al trabajo.

Gestionar la sobrecarga acústica

Sin embargo, hay varias cosas que puedes hacer para reducir la sobrecarga de audio. Una solución son los auriculares con cancelación de ruido. Bloquean muchos sonidos externos y te permiten escuchar música que te ayuda a concentrarte o simplemente disfrutar del silencio. Sin embargo, en un entorno de oficina, pueden levantar barreras entre usted y sus compañeros.

Otra opción son los tapones sensoriales que bloquean los ruidos de baja frecuencia. Puedes seguir escuchando una conversación y hablar por teléfono, pero los ruidos de baja frecuencia que incluyen la ansiedad se reducen al mínimo.

Sin embargo, la mejor solución es proporcionar a sus trabajadores un lugar insonorizado al que retirarse de vez en cuando. Una insonorización individual cabina telefónica de oficina es la solución perfecta. Los materiales de insonorización de alta calidad mantienen alejados todos los sonidos molestos de la oficina, lo que permite a los compañeros relajarse y centrarse en su trabajo.

Sobrecarga visual

Las luces parpadeantes y las pantallas brillantes pueden provocar una sobrecarga visual. Aunque es difícil evitarlos por completo, hay algunas estrategias que pueden ayudar.

Controlar la sobrecarga visual

Aunque no es lo ideal, el uso de gafas de sol o de cristales de colores puede ayudar a reducir la sobrecarga visual en algunas personas. Las gafas que bloquean la luz azul y las pausas regulares programadas frente a la pantalla también pueden ayudar.

Un mantenimiento adecuado de la oficina ayuda a solucionar cuanto antes el parpadeo de las luces. Otra opción podría ser instalar iluminación LED. A cabina insonorizada con iluminación LED suave puede ser una buena opción si no resulta práctico cambiar la iluminación de toda la oficina. 

Sobrecarga de sensibilidad táctil

La sobrecarga de sensibilidad táctil, debida al contacto con superficies, ropa u objetos que provocan una respuesta, probablemente no esté tan reconocida como otros factores desencadenantes. Puede ser un problema particular en los lugares de trabajo que exigen que los empleados lleven uniforme.

Gestión de la sobrecarga de sensibilidad táctil

Algunas empresas permiten que los trabajadores lleven capas de ropa que no provoquen una respuesta táctil. Esto puede funcionar bien en nuestros brutales inviernos británicos, pero puede ser un problema en verano. Otra opción es permitir a los empleados elegir las prendas adecuadas y marcarlas para que encajen con el estilo del uniforme.

Deje que las cabinas insonorizadas reduzcan la sobrecarga sensorial

Los empresarios considerados saben que para sacar lo mejor de sus trabajadores deben dar prioridad a su salud mental. Reducir la sobrecarga sensorial puede ser una pieza importante del rompecabezas. Hablar con los miembros de su equipo sobre sus factores desencadenantes es un buen punto de partida.

Si la sobrecarga auditiva y visual es un problema en su lugar de trabajo, instalar cabinas insonorizadas puede ser la solución perfecta. Son refugios tranquilos que permiten a los trabajadores relajarse y centrarse en su trabajo. Podrían ayudarle a retener a los mejores talentos y hacer de su oficina un entorno más atractivo para los nuevos empleados.

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